TEREIXA CONSTENLA
El fotógrafo Vicente Nieto Canedo ha fallecido en Madrid a punto de cumplir 100 años. No es un nombre popular, pero es un nombre imprescindible. Nieto nació el 10 de junio de 1913 en Ponferrada (León) y fue un fotógrafo aficionado, que se compró su primera cámara, una Kodak Baby Brownie de baquelita, por 13 pesetas en los almacenes Sepu. Hizo su primer retrato a su sobrina Cecilia mientras leía un periódico de 1933 recostada sobre la cama. Nadie deduciría que aquella imagen era la primera.
Nieto hizo fotos entre 1933 y 1967, cuando rompió amarras con aquella actividad a la que había consagrado cada minuto de su tiempo libre. Quizás ese fue su hastío: no llegar a vivir profesionalmente de ella, a lo que se sumaba la marginación que sintió de otros compañeros de la Real Sociedad Fotográfica de Madrid que sí acabarían haciéndose un nombre popular.
Pero si ven las fotos de Nieto verán que ni fue justo lo uno ni lo otro. Su obra comenzó a ser recuperada hace unos años gracias al empeño de fotógrafos como Armando Casado, Pedro Taracena y Marcos López, entre otros, que lograron despertar el interés del Ministerio de Cultura, que finalmente recibió en donación el archivo de Nieto. En esos 5.000 negativos legados, que ahora se custodian en el Centro Documental de la Memoria Histórica de Salamanca, hay dos etapas diferenciadas: guerra y posguerra.
Nieto, que era un joven militante socialista en 1936, tomó fotos desde la retaguardia, donde trabajaba como taquígrafo, en los alrededores de Madrid. Era una etapa sobre la que prefería hablar poco. En realidad, desde el punto de vista profesional, sus grandes trabajos se registran durante la posguerra, cuando comienza a rastrear los pueblos españoles y a sumergirse en el realismo de la época.
Ingresó en la Real Sociedad Fotográfica en 1955, donde la técnica le decantó la mirada. “En la vida todo es fotografía. El problema está en saber traducirlo”, sostenía. Nieto fue otro exponente del documentalismo social de la Escuela de Madrid, a la que pertenecían Francisco Ontañón, Gabriel Cualladó, Ramón Masats o Leonardo Cantero, miembros del grupo de La Palangana (1957), llamado así a partir de la foto de una palangana donde flotaban los retratos de todos ellos.
En una entrevista con El País en 2010, confesaba: “Nunca he estado seguro de mis fotos. Creía que lo mío no valía gran cosa”. Tal vez la falta de autoestima fue la razón íntima que le llevó a romper con la cámara en 1966 y a zanjar aquella etapa como si no hubiera existido. Él era el primer sorprendido del reconocimiento que le llegó a partir de los 90 años, que incluyó varias exposiciones, un catálogo y una entrevista con la ministra de entonces, Ángeles González-Sinde. Fue un fotógrafo que supo mirar y al que solo unos pocos lograron ver.
Fallece VICENTE NIETO CANEDO a punto de cumplir los 100 años
TRABAJO FIN DE MÁSTER SOBRE VICENTE NIETO CANEDO POR ALICIA GONZÁLEZ ALONSO
Imagen 0. Irún, Guipúzcoa. 1958. Vicente Nieto Canedo.
RESUMEN El presente trabajo de investigación toma como figura central al fotógrafo Vicente Nieto Canedo. Ponferradino que, afincado en Madrid durante los años centrales de su vida, entendió la fotografía como una forma de vivir. Su archivo personal es testigo de dos épocas concretas: la Guerra Civil y la Posguerra española. A pesar de la importancia, la calidad y la belleza de muchas de sus imágenes su figura y su obra quedaron relegadas a los márgenes de la historia de la fotografía durante la segunda mitad del siglo XX. A partir del siglo XXI hemos asistido a una cierta recuperación de su memoria. Sin embargo, aún es necesario que estos esfuerzos continúen para que Vicente Nieto pueda abandonar completamente el lugar al que fue relegado. Este trabajo, a través de un análisis de su producción fotográfica y su participación en la Real Sociedad Fotográfica de Madrid y el grupo “La Colmena”, pretende ser un paso más en la recuperación de un fotógrafo que constituyó – y constituye – la memoria de un país y de una disciplina. Palabras clave: Vicente Nieto Canedo, Escuela de Madrid, Real Sociedad Fotográfica, La Colmena, La Palangana.
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INVITADOS A ASISTIR: LA FOTOGRAFÍA DE VICENTE NIETO CANEDO
Vicente Nieto Canedo
CRÍTICA CUM LAUDE
El trabajo de Alicia González Alonso, es ante todo un trabajo de investigación con rigor extremo, tanto en la didáctica empleada como en su vocación pedagógica. Para dar a conocer el personaje elegido y su entorno y sobre todo su época. La estructura empleada es impecable tanto cronológicamente, como en la evolución de histórica de la fotografía en España.
Este trabajo ante todo es un ensayo sobre la fotografía realista y documental de la España en varias épocas: la República, la Guerra Civil, la Postguerra y el fin de la Autarquía. Haciendo referencias continuas al Pictorialismo.
El perfil de Vicente Nieto Canedo, sujeto del estudio, brilla con luz propia de la mano de Alicia González. Sobre todo, como gran humanista y autodidacta. Y el estudio concluye muy acertadamente con un toque reivindicativo que reclama un espacio nacional para la Historia de la Fotografía en España.
Pedro Taracena Gil
Periodista
VICENTE NIETO CANEDO CORONA DE ARAGÓN 2020
LA COLMENA
Chema Madoz
La Colmena - De izquierda a derecha Rafael Sanz Lobato, Donato de Blas, Sigfrido de Guzmán, Carlos Miguel Martínez, Evaristo Martínez Botella, Carlos Hernández Corcho, Serapio Carreño y Vicente Nieto Canedo. El fotógrafo fue Eduardo Mordt Landa; director de empresa y tiró la foto con una cámara Brónica 6X6 de Lobato. Esta fotografía fue utilizada para felicitar a los miembros de La Palangana el año 1971.
Vicente Nieto, el fotógrafo que reveló la realidad de la España gris de la posguerra
Retrató la retaguardia republicana y la pobreza del rural, pero su obra pasó desapercibida durante décadas. Una exposición en el Archivo de la Corona de Aragón reivindica su legado.
Foto: Pedro Taracena Gil
HENRIQUE MARIÑO
Su condición autodidacta, de eterno fotógrafo amateur, y la práctica de la fotografía como un juego hicieron de Vicente Nieto Canedo (Ponferrada, 1913- Madrid, 2013) un notario de la realidad de una España en blanco y negro que firmaba documentos sin habérselos leído antes. Así, no hay drama en sus fotos de la guerra civil, sino divertimento, el de unos milicianos con más voluntad que medios que se hacían los muertos ante el objetivo de una Kodak Baby Brownie que parecía de juguete. Sí hay optimismo, acaso esperanza, en los rostros de la retaguardia, como antes podría haberlos en la Columna Mangada, donde fue destinado como voluntario para defender Madrid desde la sierra.
Hijo de unos estanqueros de Ponferrada, a los quince años se mudó a la capital con una hermana y su cuñado, donde fue testigo de la proclamación de la Segunda República. Trabajó en el periódico El Socialista antes de aprender taquigrafía, lo que le posibilitaría dejar atrás el frente para incorporarse a las oficinas de la 32ª Brigada Mixta de la Tercera División. En Santa María de la Alameda comenzó a fotografiar la trastienda de la guerra. Vicente Nieto, militante de la UGT y de las Juventudes Socialistas, había llegado allí después de escuchar un discurso radiofónico de Manuel Azaña tras el golpe de Estado: "En lugar de ir a comer, me fui a un círculo republicano y me dieron un fusil y unas balas", recordaba en La mirada furtiva.
EXPOSICIÓN DE VICENTE NIETO CORONA DE ARAGÓN
Archivo de la Corona de Aragón expone el: LEGADO FOTOGRÁFICO DE VICENTE NIETO CAMEDO
Las fotografías realizadas durante la Guerra Civil tienen más bien una intención lúdica, fotografiando lo que tiene más próximo: los compañeros, el paisaje, los juegos.
Al llegar a los años centrales de la década de los cincuenta y hasta 1967, Vicente Nieto desarrolló la parte más intensa y fructífera de su trabajo fotográfico, y fue entonces cuando el medio rural y sus habitantes se convirtieron en protagonistas de buena parte de su obra, aunque también retrató escenarios y personajes urbanos.
La acción de la luz sobre los objetos, los desenfocados, la presencia del fuera de campo o la múltiple direccionalidad de las composiciones espaciales son recursos mediante los cuales Nieto transciende el carácter costumbrista de los estereotipos humanos y paisajísticos, subraya el comisario de la exposición, el fotógrafo leonés Amando Casado.
Para el comisario, el trabajo de Nieto no sólo tiene "un gran valor artístico, sino también documental e histórico".
La exposición se complementa con la proyección del documental "La mirada furtiva", un recorrido por la vida y obra de este fotógrafo, con una visión crítica de su obra, así como un acercamiento histórico a los escenarios en los cuales el autor tomó las imágenes. EFE.
GALERÍA DE IMÁGENES EN INTERNET
Biografía:
Aprendiz de tipógrafo y estudiante de taquigrafía. Sus padres regentaban un estanco en Ponferrada (León). Cuñado de José López Guzmán quien fuera el fundador de la AS de Ponferrada en 1925. En 1928 se trasladó a Madrid donde vivía su hermana y su cuñado. Comenzó a trabajar como aprendiz de tipógrafo y posteriormente lo hizo en el departamento de paquetería de El Socialista, pasando después al de suscripciones. Cursó estudios de taquigrafía en la Federación Taquigráfica de Madrid. Miembro de la UGT y afiliado a la JS de Madrid. Al producirse el golpe de Estado de julio de 1936 se alistó como voluntario incorporándose a la Columna Mangada. Fue sargento de la 32 Brigada Mixta de la 3ª División destinada en Santa María de la Alameda (Madrid). En dicha localidad y en Navalperal de Pinares (Ávila) desarrolló su afición por la fotografía. Después de la guerra civil entró en prisión pasando entre otras por las cárceles de Comendadoras y Torrijos (Madrid) hasta que fue puesto en libertad al ser sobreseída su causa. Al salir de prisión trabajó como taquígrafo mecanógrafo en la platería Espuñes. A partir de 1954, que se presentó al I Concurso de Nóveles Fotógrafos convocado por la Real Sociedad Fotográfica donde obtuvo el primer accésit, se dedicó de manera amateur a la fotografía. Colaboró en la revista Arte Fotográfico e ingresó en la Real Sociedad Fotográfica donde dirigió su Boletín Mensual desde 1958 a 1964. A partir de 1967 fue representante de material fotográfico de la casa Oliver Salleras en Madrid teniendo que desmontar su laboratorio fotográfico para dedicar el local a almacenar los productos que comercializaba. Tras su jubilación volvió a frecuentar la Real Sociedad Fotográfica de Madrid y comenzó a mostrar alguna de sus fotografías en exposiciones colectivas. Desde el 2002 ha realizado varias exposiciones individuales en Guadalajara, Madrid y Ponferrada. Desde 2010 sus más de 5.000 negativos se encuentran depositados en el Centro Documental de la Memoria Histórica de Salamanca y el Ministerio de Cultura organizó la exposición itinerante “Vicente Nieto Canedo: Fotografías 1936-1967”. En enero de 2012 visiblemente emocionado visitaba la exposición “El Socialista (1886-2011): Prensa y compromiso político” en el Museo Municipal de Madrid organizada por la Fundación Pablo Iglesias con motivo del 125 aniversario del periódico donde él trabajó durante la Segunda República. Falleció en Madrid en abril de 2013 próximo a cumplir 100 años.
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